Juan Martínez
Pará el sector agrícola y ganadero de la región del norte de Tamaulipas, sería “una bendición de Dios”, el que los fenómenos meteorológicos que se localizan en el Golfo de México y en el Océano Atlántico, tracen su trayectoria rumbo a las presas la Amistad y la Falcón.
Mario Morín Silva, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, con sede en el municipio de Río Bravo, manifestó lo anterior al señalar que los citados almacenamientos, no tienen agua suficiente en la actualidad para dotar cuando menos un riego agrícola para el ciclo de temprano que inicia en diciembre próximo.
“Sería una bendición del cielo que esos huracanes nos dejaran agua en las presas que se ubican en la parte media de la cuenca baja del río Bravo, ello para garantizar el líquido para uso agrícola en el próximo ciclo”, expresó.
Indicó que el huracán “Hanna”, que recientemente afectó la ciudad de Reynosa y el estado de Nuevo León, provocó inundaciones en esta zona, sin embargo, millones de metros cúbicos se perdieron en el mar y en la laguna madre, porque no existe un embalse para almacenar el líquido y que después se utilice para las citadas actividades productivas y para el uso urbano.
En ese sentido comentó que, a la Presas la Amistad y la Falcón, que se ubican en el nororiente de Tamaulipas, no les cayó agua de la que provocó el citado fenómeno meteorológico, y la esperanza es que en esta temporada de huracanes les toque agua al sector del campo a través de los citados embalses que riegan la cuenca baja del rio Bravo, en el distrito 025.