Juan Martínez
El cambio climático continúa modificando las fechas de siembra de los distintos ciclos agrícola, esto derivado de temporadas de prolongada sequía y crudas heladas que a la postre afectan el desarrollo de los cultivos.
Lo anterior lo manifestó el investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, con sede en el municipio de Río Bravo, Mario Morín Silva, quien al depender de la intensidad del calor en el océano Pacífico que genera lo que se conoce como fenómeno del Niño, se registren importantes precipitaciones pluviales en la región.
Dijo que para el presente mes de julio el estudio realizado a nivel nacional por parte de los investigadores, revela que puedan registrarse de 2 a 4 pulgadas de humedad y en menor medida de una a dos pulgadas, es decir de 50 a 100 milímetros o de 25 a 50 respectivamente.
El mismo pronostico apunta para agosto y ya en setiembre incrementarse las predicciones de las 4 a las 7 pulgadas o de los 100 a los 175 milímetros en el pluviómetro.
“En el caso de la canícula si estamos sintiendo los calores muy fuertes, tan es así que las fechas de los cultivos de tardío o el ciclo primavera – verano, siempre son después de la canícula, a finales de agosto”.
“Hay productores que se animan a sembrar antes, pero las plantas pequeñas con la intensidad del sol tienden a desprenderse del suelo y todo redunda en el desarrollo de la misma expresó, de ahí que lo recomendable es sembrar cuando haya disminuido la intensidad del sol”, agregó.