Por: Juan José Ramírez
Los gobernadores de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas le han comenzado a echar “montón” al presidente Andrés Manuel López Obrador, ante la falta de apoyo de los recursos no solo de salud, sino ahora un tema que en realidad le corresponden al Gobierno Federal que es la migración.
Y es que desde que iniciaron estas caravanas desde Centroamérica hasta la frontera mexicana, se sabía que los migrantes serían un problema, de hecho, siempre lo fueron desde su transe por México hasta su estancia en la frontera.
Para variar un poco de este problema llamado “migrantes” llegan también la Pandemia del Coronavirus que ya infectó a varios migrantes en Nuevo Laredo, en una casa donde se usa como campamento, por lo que el temor es que se podría extender en toda la frontera de los 3 Estados del Norte del País.
El gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, ha comentado y exigido en repetidas ocasiones que es importante que lleguen recursos especiales para los migrantes, que en su gran mayoría han sido un lastre para los Estados e incluso los municipios.
Tal vez el reclamo del gobernador tamaulipeco tenga algo de razón, pues el problema de los migrantes no lo propiciaron los Estados, sino el Gobierno Federal que les abrió las puertas sin ninguna mesura, pero después de que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump se molestara, la tuvieron que cerrar, pero el daño ya estaba hecho.
En Matamoros existe por lo menos 2 mil migrantes, en su mayoría hondureños; guatemaltecos; cubanos; nicaraguenses; salvadoreños y hasta colombianos que están varados en espera de nuevas citas en los Estados Unidos, debido a que el Gobierno ha cancelado hasta el momento todo este tipo de acciones en sus cortes.
Lo que ha provocado tal vez un hacinamiento aún peor de que se ya se tenía en este campamento, pues aquellos que lograban pasar, que son mínimos o quienes se desesperaban y se regresaban, ahora no lo han hecho.
De milagro esos migrantes no han enfermado.
La forma cómo están viviendo, donde no existe una separación ni de un metro de una casa de campaña a otra sino duda corren un peligro muy grande no solo de ser contagiados, sino de incluso contagiar a todos los que viven en ese sector.
Sabemos que el Instituto Nacional de Migración hace un gran esfuerzo para tratar de contener esta situación, pero no es suficiente, ya que aquí se necesita una decisión importante, regresarlos todos a casa mientras pasa la contingencia.
Esto sin duda será imposible, pues los más de 2 mil migrantes no se quieren mover, pese a que los Estados Unidos les dicen que no habrá citas y tal esta la cancelación se extienda hasta el próximo año, por lo que el problema será mayor.
Actualmente los migrantes cuenta con 2 organizaciones médicas en el campamento, una llamada “Global Response Management”, que es de los Estados Unidos sin fines de lucro y “Médicos Sin Frontera”, que pese a que tiene su campamento en ese lugar seguido se les ve paseando en sus camionetas tipo urban, sin saber hasta el momento qué es lo que realizan.
Mientras López Obrador, García Cabeza de Vaca y compañía se siguen peleando, el problema del coronavirus ha afectado en la comunidad migratoria que se encuentra en la frontera, pero claro está que podría matar alguno de ellos, sin que nadie haga nada.
POR AQUÍ Y POR ALLÁ
La salinización en las colonias de Matamoros se ha convertido en una batalla campal entre el Departamento de Parque y Jardines vs la Secretaría de Bienestar Social, ¿por qué será?…
A la alcaldesa de Reynosa Maki Ortiz, ni de forma virtual la dejan en paz los regidores al sostener una sesión de cabildo, donde al menos ahí si les pudo cortar la palabra…Hasta aquí la dejamos.
RETASO
El vivo al pelito y el migrante al pozo.